Nuevos mecanismos que rompen la tradición relojera

    ¿Qué sucede actualmente en cuestión de materiales, mecanismos, estética y marketing en el mundo relojero? ¿Qué se cuece? ¿Qué vendrá? Lo descubriremos durante estas cuatro ediciones de ON TIME que abrirán la puerta hacia el conocimiento y las innovaciones de la alta relojería.

    Por Melina Abache

    El material

    En la edición pasada hablamos de materiales, y si bien esta va de las grandes innovaciones en la mecánica actual de la relojería, el silicio, como material, juega un rol muy importante en los mecanismos de los relojes más vanguardistas. Si nos remontamos al año 2001, recordaremos que Ulysse Nardin fue la marca pionera en la utilización del silicio en el sector, un momento clave en la historia porque lo hizo de la mano de su innovador modelo Freak. Años más tarde, Patek Philippe y las firmas del Grupo Swatch se hicieron con este material. El silicio, proveniente de la microelectrónica, destaca por ser antimagnético, atérmico, más ligero, más duro, más resistente a la corrosión, se puede cortar drásticamente en tolerancias más pequeñas, aguanta mejor las sacudidas y, sobre todo, no genera fricción, como ocurre en los escapes de metal, pero sin necesitar lubricación alguna. En fin, es un súper material que eleva la relojería.

    Extra ultra planos

    La batalla de nunca acabar. Los eternos rivales Bulgari y Piaget se disputan desde hace años por este título y, si bien no es tan difícil definir cuál es el más delgado del planeta, solo pequeños tecnicismos los separan del objetivo, aunque cada uno es el mejor en su categoría. Bulgari lleva la delantera en los relojes de movimiento mecánico con el Octo Finissimo, un modelo de carga automática, micro rotor en platino y pequeño segundero, calibre BVL 138 Finissimo con 2,23mm de grosor y caja extrafina de 40 mm en acero inoxidable de 5,15 mm de grosor. En la categoría de los relojes mecánicos de cuerda manual, el más plano del mundo, sin lugar a dudas, es el Altiplano Ultimate Concept de Piaget por su hazaña de lograr fusionar la caja y el movimiento en uno solo en solo 2mm de grosor. La caja de 41mm de diámetro y aleación de cobalto alberga en combinación el movimiento manual 900P-UC en una pieza única, logrado con cinco patentes y tras cuatro años de investigación. ¿Ir más allá de los 2mm es posible? Seguro lo descubriremos pronto.

    Engranaje de ideas

    Debo confesar que, después de un par de años escribiendo sobre relojes, finalmente he llegado a entender a consciencia por qué las marcas de relojería insisten en hablar de herencia y no de tradición. La tradición es estática, invariable, se conserva y transmite de la misma forma en la que fue concebida; por el contrario, la herencia, si así lo queremos, es todo lo contrario. La herencia tiene historia, acervo, se adopta pero se puede modificar, puede mutar en el día a día, puede ser intervenida por la tecnología, por ejemplo, y convertirse en innovación. Esto es lo que sucede en la relojería, principalmente en los mecanismos, el corazón del reloj.

    La historia y el pretérito son la base, es el punto de partida, pero no el fin, la creación y la invención sí. Con la impresión 3D, la robótica, la micro fabricación y la micro ingeniería, así como con el silicio -un material de mecanismos- la relojería da un paso más hacia adelante. Estas innovaciones presentan un nuevo capítulo en su historia, que abre el debate y permiten, gracias a estas nuevas patentes, investigar en campos inexplorados con un ojo creativo ilimitado. Es la búsqueda constante, no solo de una lista de adjetivos que superen al rival, sino de lo genuinamente inédito. Es abrir, aún más, las puertas al futuro con el pasar de las horas:

    El más Freak de Ulysse Nardin

    El primero de la lista no podría ser otro que un Freak. Hay tantos para escoger y tan poco espacio para hablar de cada uno de ellos. Desde el 2001, año de su presentación mundial, el Freak de Ulysse Nardin ha sido el lienzo en blanco de la firma bajo la categoría ¨extraordinarias innovaciones creativas¨. Ulysse Nardin afirma que este concept watch (prototipo), el Freak Next (2019) es el modelo más tecnológico -hasta la fecha- y en el que han plasmado todo sus conocimientos en el uso del silicio.

     

    ¿Cuál es la novedad en esta ocasión? Un nuevo oscilador volante Next en 3D. Un dispositivo de regulación oscilante que se basa en el principio de los mecanismos flexibles. Estos emplean la elasticidad de las láminas de silicio y hacen que la utilización de pivotes o joyas para sostenerlo sea innecesaria, por lo que se elimina la fricción y se optimiza al máximo el consumo de energía del movimiento y, por ende, se minimiza su desgaste. Este mecanismo, con un nuevo calibre UN-25X, está fabricado con 32 microláminas de silicio y forma 16 triángulos superpuestos en cuatro capas y ofrece una reserva de marcha de 70 horas.

    Este reloj también incluye el sistema de carga patentado Grinder, que conocimos por primera vez en el Freak Vision (2018). Este sistema de carga automática es dos veces más eficiente en la transmisión de la energía al muelle principal que los tradicionales y aprovecha cualquier movimiento de la muñeca para cargarse de energía y no hace falta que gire por completo su masa oscilante.

    El desafío de Zenith

    En 2017 Zenith presentó un abreboca de lo que vendría. Un prototipo para sorprender, sin lugar a dudas. Sin embargo, en Baselworld 2019 asombró a los asistentes con el Defy Inventor, una pieza mejorada de ese concept watch que puede adquirirse en sus boutiques. ¿Cuál es la gran innovación en ambos modelos? El Oscilador Zenith. Un nuevo sistema de regulación patentado por la marca, también hecho en silicio, que reemplaza el conjunto tradicional y estándar volante-espiral, que consta de alrededor de 30 componentes, por uno solo. Además, al ser un elemento ultrafino reduce su espesor para así aumentar la fiabilidad del reloj. Su frecuencia también es llamativa, de 18Hz en comparación a los 4Hz aplicados frecuentemente; y posee una autonomía de 50 horas.

    La ecuación del tiempo por Krayon

    Sin precedente alguno, la joven firma Krayon se aventuró en la creación del Everywhere Horizon (2018) al crear un reloj que puede ofrecer la hora exacta del amanecer y de la puesta de sol en cualquier parte del mundo. Rémi Maillat, fundador e inventor de este modelo, ha reinventado la ecuación del tiempo. Con las leyes de las matemáticas de su lado e inspirado en la naturaleza, creó un complejo mecanismo automático, una especie de calculadora mecánica, que gracias al calibre USS, resguardado con tres patentes, puede indicarle al usuario, luego de introducir en el reloj los datos de latitud y longitud con las que se definen geográficamente el punto de la Tierra y la zona horario UTC, y la fecha y el mes, a qué hora será el amanecer y la puesta de sol donde se encuentra. Cada una de las 595 piezas ha sido diseñada y manufacturada por Krayon, incluso el volante; y tiene una reserva de marcha de 80 horas.

    La nanotecnología de Greubel Forsey

    El objetivo de la dupla Greubel y Forsey es, básica y ambiciosamente, replantearse un nuevo concepto de relojería a partir de la nanotecnología. Con su proyecto Mechanical Nano, la firma busca liberar hasta 90% del volumen existente dentro del reloj y liberar hasta 60 veces más energía, creando así mecanismos más eficientes y fomentar la creatividad y la investigación de aspectos inexplorados en la relojería. La evidencia la conseguimos en el Nano Foudroyante EWT (2017), un replanteamiento del mecanismo de los foudroyant jumping seconds tradicionales -dispositivo mecánico que mide fracciones de segundo en un reloj-.

    Esta nueva construcción consiste en un móvil con un momento de inercia muy bajo, que toma su información directamente de la rueda de escape. De esta manera, ya no se necesita un tren de engranajes completo para asegurar la subdivisión de los segundos, ya que la información se obtiene de la rueda, que distribuye y da el ritmo a la energía del movimiento. El novedoso mecanismo de este reloj utiliza 96% espacio menos que uno convencional, consume 1.800 veces menos energía, ahora expresada en nanojoules y, tiene una reserva de marcha de 180 días. 

    La corona electrónica de Ressence

    El punto de partida de Ressence, como ellos mismos lo explican, es la deconstrucción del reloj tradicional y, con el Type 2 e-Crown Concept (2018) se han atrevido a hacerlo, empezando por la corona del reloj. Una pieza importante del mecanismo que se ha mantenido, prácticamente, inalterable hasta su llegada. La corona de este reloj es electrónica y reemplaza la función de la clásica por un sistema de configuración automatizado. Ahora bien, que no genere confusión, el Type 2 es un reloj mecánico, pero incluye un elemento electrónico que lo hace también un reloj digital. Es lo mejor de ambos mundos. ¿Cuál es el problema que viene a solucionar? Que el reloj marque la hora correcta, a pesar de ser mecánico y deje de usarse por más de 36 horas.

    Esto se logra gracias a las componentes electrónicos que incluye, un acelerómetro, para ser exacto. Al colocarlo nuevamente en la muñeca y tocar el cristal, el reloj se reactiva y ajusta automáticamente la hora. Combina la fiabilidad de la electrónica con la grandeza de un movimiento mecánico. El usuario solo necesita fijar la hora una vez, cuando el reloj es nuevo. Esto se puede hacer con una aplicación móvil que se conecta vía Bluetooth o a través del propio reloj. Pareciera que funciona gracias a una pila, pero no es así, se carga con la energía de la luz mediante células fotovoltaicas que se encuentran en la esfera. Este modelo incluye el movimiento Ressence Orbital Convex System (ROCS), y tiene 36 horas de reserva de marcha.

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