Omega Railmaster: la resurrección de un gran icono

    El Omega Railmaster original se lanzó en el año 1957, como parte de una trilogía conocida como la “Línea Profesional”, cuando la marca diseñó tres relojes altamente funcionales: el primer Speedmaster para pilotos de carreras, el Seamaster 300 para buceadores y el Railmaster para el personal ferroviario.

    El nuevo reloj mide 38 milímetros de diámetros y está fabricado en acero, muy parecido a la del original. Una de las versiones viene con esfera gris con degradado negro. Fiel al estilo minimalista, no tiene texto (salvo el logotipo de Omega y el nombre de Railmaster).

    Los grandes índices y números están transferidos en Super-LumiNova blanca, lo que proporciona una excelente legibilidad a cualquier hora. Este modelo está disponible con correa de piel negra o brazalete de acero inoxidable con eslabones rediseñados, integración mejorada y un ajuste cómodo y sencillo.

    Otra de las versiones también tiene un diámetro de 38 mm, con esfera beige y degradado en negro.  Al igual que el Railmaster lanzado en 2004, este modelo incluye la función de segundero pequeño, lo que le confiere un aspecto distintivo. Los índices y números son de Super-LumiNova vintage.

    Este modelo está disponible con una correa de piel Novonappa marrón dorado o con un brazalete de acero inoxidable con eslabones rediseñados, una integración mejorada y un ajuste cómodo y sencillo.

    Las cajas y los brazaletes metálicos están elaborados con superficies pulidas y cepilladas, lo que garantiza una cautivadora combinación de acabados que aporta contraste a los diseños.

    Omega Railmaster posee un movimiento ultra avanzado

    En el interior del Omega Railmaster late uno de los mecanismos más avanzados. Hablamos del Calibre Co-Axial Master Chronometer 8806 (y el segundero pequeño 8804),que es 15 veces más resistente que los modelos Railmaster originales y cuenta con la certificación más exigente del sector otorgada por el Instituto Federal Suizo de Metrología (METAS).

    El calibre es visible a través del cristal de zafiro que equipa el fondo de la caja. Esta visibilidad también descubre otra diferencia, en este caso técnica y trascendental. En las nuevas versiones no encontraremos ninguna caja de hierro dulce que envuelva el movimiento.

     

     

     

     

     

     

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