El GPHG 2025 marcó el ritmo de la excelencia en la alta relojería con su ceremonia 25, en la que Breguet se alzó con el “Aiguille D’Or”.
La pieza que le otorgó este premio fue el reloj el Classique Souscription, con el que celebró su 250 aniversario.
El diseño de esta pieza se caracteriza por la pureza de su esfera elaborada con esmalte blanco, y la indicación horaria mediante una sola aguja, lo que ofrece una legibilidad excepcional. El fondo se inspira directamente en la arquitectura de los primeros relojes Souscription firmados por A.-L. Breguet.
Otro de los ganadores de la noche fue el UJ-2 Double Wheel natural escapement de Urban Jürgensen, que ganó el Men’s Watch Prize.
En el corazón de esta pieza se encuentra el escape natural de dobLe rueda, un mecanismo cuya elegancia oculta la complejidad de su creación. Cada componente, desde las ruedas acabadas a mano hasta los impecables puentes, pasando por la decoración en partes invisibles a simple vista, existe porque así debe ser.
El premio al tourbillon del año se lo llevó Bulgari con su Octo Finissimo Ultra Tourbillon. Con una caja de 40 mm, asas, bisel y carrura de titanio arenado y platina de carburo de tungsteno, esta pieza se convierte en un manifiesto de la alta relojería.
Al integrar un tourbillon esqueletizado en el movimiento de un reloj con un grosor total de tan solo 1,85 mm, la división de relojería suiza de la joyería romana demuestra su maestría relojera con la complicación más emblemática de la relojería.
GPHG 2025: la relojería femenina triunfa en Ginebra
El GPHG 2025 también premió a guardatiempos que deslumbran en el mundo de la relojería femenina.
El Ladies Watch Prize fue para el Gentissima Oursin Fire Opal de Geral Genta. Se trata de un nuevo capítulo en la colección Gentissima. Su caja de oro amarillo de 36,5 mm, está coronada con 137 ópalos de fuego engastados individualmente, gemas de origen volcánico vinculadas desde hace mucho tiempo al arte y la energía.
En complicación para un reloj femenino, el premio de lo llevó Chopard. El ganador fue el Imperial Four Seasons.
La esfera de este reloj es una obra maestra de artesanía. Su mitad superior está adornada con un delicado patrón de encaje en oro blanco ético de 18 quilates, esculpido en la silueta de una flor de loto.
Los pétalos de oro satinado con vetas pulidas crean un llamativo contraste de texturas, mientras que la esfera inferior revela un degradado de marquetería de nácar pintado que evoca los cambiantes tonos del mundo natural. La caja, el bisel y la corona de oro blanco de 18 quilates y diamantes.
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