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LA MISIÓN DEL
REBELDE
En la década de los setenta, cuando crearon este
reloj, todas las manufacturas relojeras que tenían
un nombre estaban cocinando un modelo que les permitiera bajar el precio y darle un uso más deportivo, más popular. Así nacieron modelos icónicos de cada marca en acero, que se parecen mucho entre sí, un poco porque los desarrollaban los mismos diseñadores y otro poco porque era la moda del momento: el Omega Constellation, el Patek Philippe Nautilus y
el Audemars Piguet Royal Oak, por mencionar solo algunos. A este último se le parece mucho el Laureato por tener también un bisel octogonal, y esta similitud -coincidencia o no- siempre le ha costado un punto de duda en los compradores que no están tan familiarizados con Girard-Perregaux. Esta sombra hizo que, en el pasado, el modelo quedara descontinuado y generó cierta desconfianza.
Ahora bien, las crónicas relojeras narran que la inspiración del Laureato no tiene ningún elemento marino, como en los demás; sino que fue obra de un arquitecto milanés, quien hizo una síntesis del octágono sobre círculo de
la base de la cúpula de la catedral Santa María del Fiore. Su nombre, otro resultado de las circunstancias de nacimiento, fue inspirado en la famosa película “El Graduado” de Mike Nichols estrenada en 1967, una historia de juventud glamorosa y rebelde.
Ahora este mismo reloj en 2019 ha dejado atrás las medias tintas. El Laureato con su camino Absolute ha hecho un ensayo más que interesante, cambiando
el punto focal que antes estaba en el controvertido bisel octogonal, y ahora está en su esfera, su tamaño, su hermeticidad, su máquina fiable y su mensaje de manufactura de prestigio y precisión. Entonces, ¿es posible rejuvenecer? Quedamos atentos.
PRIMAVERA 2019 | 33 |
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